Es ensordecedor
este silencio en los huesos
en la piel, en las entrañas
en el tic tac del segundero
que castiga, y castiga
la única irrupción
que me ata a este espacio
a este momento
a este fuego que arde
y no se apaga
no se extingue
solo crece y es calor y luz
que brilla y hace sombra
bendición y maldición al mismo tiempo
ser acá y ser allá en simultáneo
pertenecerte en libertad
pertenecerte a viva voz
pertenecerte en silencio.