Espero, y espero, y espero
como si el tiempo hubiera decidido castigarme
llenándome de anticipación.
Y crece por dentro,
primero las raíces, luego las ramas,
luego las hojas,
este anhelo
alimentado por lo desconocido para mí.
Y hasta que la mano golpea,
carne sobre carne,
calor sobre calor,
Dominación sobre sumisión,
no puedo ni comenzar a entender
el placer que el dolor puede traer.