Salí a caminar por tu ciudad como si fueras un turista. Sonreile a los extraños. Mirá a las personas a los ojos. Sentate en el sol a disfrutar el silencio. Abrile la puerta a alguien. Bailá solo. Decile hola al chofer del colectivo o al empleado del negocio. Disfrutá leer un libro o escuchar música bajo la sobra de un árbol. Llorá hasta que dejes salir todo. Salí a mirar la gente, son fascinantes. Tomá un café o un té solo en un bar. Cantá en la ducha. Andá al cine o al teatro. Reí hasta que te duela la panza. Hablá con la persona al lado tuyo en el tren o la fila. Mojá tus pies en el lago, río o mar. No pospongas la vida para cuando tengas tiempo, y recordá que todos estamos viviendo esta vida por primera vez.